>A mis queridos amigos de COVAL, incluyendo mi propio cuerpo.

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No me podéis ver. Os escribe el corazón de un hombre que cree en la magia de la comunicación como método universal para conseguir que el fracaso, el éxito y la sabiduría sean las justas consecuencias de cada paso que damos. Así que he decidido hacerme portavoz de la conciencia del cuerpo al que pertenezco y que últimamente anda inmersa en un mundo místico que provoca las muecas irónicas de su propio silencio.

Él os propuso un proyecto. Algo nada original, pues habla de los hombres y mujeres que ya existieron, y de la relación que mantienen ambos con sus creencias religiosas, su soberbia, su afán de cambiar el mundo y el miedo a no poder cumplir sus sueños antes de que la muerte les impida sentirse reconocidos. Tanto es así, que algunos de ellos se autoproclamaron inmortales para no tener que estar pendientes del pulso que su imaginación mantenía con el tiempo. Y aun así pierden la paciencia de vez en cuando.

Y pensó en vosotros, grito grande de cuerpos, voces y amor que tan dignamente sabéis hacer que, desde tres paredes y un suelo, se acunen los sentimientos del público.

Y pensó en vosotros, en vuestros rostros, en vuestras almas, para que dierais vidas a los personajes.

Y aprendió de su propio mensaje a esperar sin prisa que algún día, esa máquina de hacer arte que todos formáis, engrane la pieza que ha construido para vosotros.

Javi

PD. Sé que él también lo leerá, y que lo mismo se pone furioso. Pero tendrá que aguantarse, porque sin mí estaría perdido

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